Carta a los Hermanos y Sacerdotes de Santa Cruz
por el día del Sagrado Corazón de Jesús
Estimados Hermanos y Sacerdotes en Chile y Perú:
Hoy celebramos la Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús. No podremos reunirnos y compartir nuestra vida como sacerdotes y hermanos en una sola fraternidad. Los apostolados o comunidades están organizando diferentes actividades en forma virtual y esto es muy bueno. Gracias por celebrar en sus comunidades, o con los laicos en forma virtual la fiesta de los Sacerdotes de la Congregación. Esta celebración tan central en la vida del Beato Basilio Moreau y de nuestra Congregación nos anima a tomar una pausa y agradecer la vocación a la vida religiosa y al sacerdocio que hemos recibido por la Gracia de Dios.
Los evangelios nos muestran la manera como Jesús amó durante su vida en la tierra. Nos dicen que el Señor tenía compasión por su pueblo, que tenía compasión de ellos porque eran como ovejas sin pastor. Nos relatan que el Señor se llenó de alegría por el éxito de la primera salida evangelizadora de los apóstoles, pero poco después está llorando con la muerte de su amigo Lázaro. A Jesús no le fue indiferente que unos leprosos no regresaran ni siquiera a darle gracias después de haber sido curados. Sin embargo, al mismo tiempo experimentó una inmensa alegría de ver cuando alguno se arrepentía de sus pecados y le seguía.
Estamos en tiempos donde también estamos llenos de emociones. Sin duda nos sentimos agobiados, quizás desanimados, inciertos sobre el futuro. Jesús nos mostró su corazón traspasado y herido, porque quería decirnos que el comprendería todos nuestros dolores, y nuestras fragilidades. Nunca nos dejaría solos, siempre hasta el fin del mundo estaría con nosotros. En este tiempo ninguno de nosotros puede sentirse inmune a tantas cosas que diariamente ocurren, que son la otra pandemia, y que nos van afectando en lo personal y espiritual. Sin embargo, pidamos tener una mente y un corazón agradecido a tantas muestras de generosidad, de adaptabilidad, de comprensión y apoyo mutuo, que también hemos visto en estos días.
Pido por cada uno de ustedes, hermanos en la Congregación de Santa Cruz, nuestra vocación es para los demás, y tendremos que caminar junto a las angustias y también por suerte las alegrías de nuestro tiempo. Recemos hoy unos por otros, bendecidos de Dios.
Que el Señor nos anime en nuestra misión y servicio sacerdotal y religioso.
En Santa Cruz, P. José Ahumada, c.s.c.
Superior del Distrito Chile – Perú