Tuve también la oportunidad de asistir a la Jornada Mundial en Brasil, y estos encuentros nos ayudan a ver como desde lo sencillo Dios hace grandes cosas, genera grandes amistades, y nos permite conocer un poco sobre la cultura y religiosidad de cada uno de los países participantes.
En Panamá logré encontrarme con muchas culturas diferentes, oré con muchas personas, pero lo más hermoso fue poder compartir con 12 personas que escogieron un camino en Santa Cruz y decidieron dejarse acompañar por aquellos que nos han precedido. Conocí mejor a grandes modelos de la Vida Religiosa que nos cuestionan con su sabiduría.
Durante la JMJ recordé mucho unas líneas de nuestras constituciones “éramos suyos, puesto que llevábamos el nombre de Cristianos… puesto que éramos cristianos y seguíamos a un mismo Dios que nos convocaba… fue un llamado que nos llegó desde afuera: más también fue un llamado que surgió dentro de nosotros y nos movió a vivir como hermanos”. Me llamó la atención que muchos se acercaban a preguntarnos ¿quiénes son? Por nuestra parte, con orgullo y en diversos idiomas podíamos decir: Somos “Santa Cruz” sacerdotes, hermanos y hermanas religiosas.
Panamá fue una oportunidad para presentar a los jóvenes, los grandes modelos de vida cristiana que tenemos en nuestra Congregación.
[Gabriel Fuentes | Chile]